Centros de orientación
CENTROS DE ORIENTACIÓN
La crisis de las personas refugiadas y migrantes venezolanas requiere de distintas medidas que den respuesta a una variedad de desafíos. Para ello, contar con la coordinación regional para gestionar dichas respuestas es trascendental. En medio de ese trabajo conjunto se han ideado distintos mecanismos de gestión migratoria regional.
En el marco de los sucesos recientes de movilidad humana, agravados por la pandemia del COVID-19, contar con centros de orientación y recepción para personas migrantes y refugiadas, mapeos de los servicios y trabajar en conjunto con la red de Espacios de Apoyo Regional es un desafío de planificación, gestión y coordinación. Más aún, puede ser una de las líneas de trabajo en el marco de la Plataforma de Coordinación para Refugiados y Migrantes de Venezuela y de los aportes en la Conferencia Internacional de Donantes.
La situación de algunos flujos migratorios hace que muchas personas ingresen en países vecinos en condiciones de vulnerabilidad, exacerbadas por los riesgos y necesidades a los que se exponen durante sus viajes.
Entre estos riesgos se encuentra la presencia de redes de trata de personas y tráfico ilícito de migrantes, grupos armados y delictivos, extorsión, robo, violencia de género, trabajo infantil, explotación laboral, sexo por supervivencia, entre muchos otros. Todos éstos son exacerbados aún más por la discriminación, estigmatización y la xenofobia, incluyendo la discriminación basada en la orientación sexual y la identidad de género, lo cual conlleva al deterioro de la salud física, emocional y el bienestar psicológico de las personas refugiadas y migrantes.
En general, la falta de fuentes de información accesibles y confiables son un obstáculo para acceder a servicios y ejercer derechos, lo que deja a las personas migrantes y refugiadas en situación de desprotección. Los gobiernos nacionales y locales, así como las agencias de Naciones Unidas, lideradas en este punto por ACNUR y OIM, junto con actores de la sociedad civil y de la cooperación internacional, han establecidos diversas iniciativas para brindar orientación a esta población sobre servicios y asistencia de primera línea, a través de servicios básicos, directos o de referencia, como primeros auxilios, vacunas y referencias a albergues seguros, entre otros.
A pesar de todos estos esfuerzos, es necesario armonizar enfoques, mejorar la calidad de los servicios de atención e información en zonas de frontera, urbanas y a lo largo de las rutas de tránsito, y durante todo el ciclo de desplazamiento, así como generar más acciones que tengan como objetivo la integración de personas sin distinción de nacionalidad.
En la VI Ronda se insistió en trabajar desde un Enfoque de derechos humanos y de sensibilización de los actores involucrados en el proceso, en estudiar y tomar en consideración los instrumentos ofrecidos por los organismos internacionales como herramienta de trabajo a futuro, así como en la importancia de incluir a los gobiernos locales en la labor de los centros y espacios de apoyo. Finalmente, se instó a avanzar en el intercambio de buenas prácticas.
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